"Tú le podrías pedir a la inteligencia artificial que, por ejemplo, te escriba una nota. Eso hoy, con las herramientas que hay, lo puedes hacer, pero es un problema. Porque en el fondo la IA no sabe discriminar lo que es información verídica de la que no".

¿Utilizas la IA en el periodismo?

Permanentemente. O sea, la uso desde rato ya. Por ejemplo, de repente quiero hacer alguna pregunta en algún dato que me falta en el libreto, alguna referencia, la fuente de alguna información, y uso dos, ChatGPT y Bard de Google. La uso para hacer preguntas, pero últimamente estoy usando mucho más Bard, para chequear datos, pedir nuevos, pero también para buscar la fuente de ciertas informaciones que están circulando.

¿De qué manera el resto del medio utiliza esta tecnología?

Creo que yo soy la persona que más la usa acá (Mega), porque la conozco. He tratado de hablar con mis compañeros también para que en el fondo sepan que está disponible, que nos hace ser un poquito más rápidos en algunas cosas. A veces la uso, por ejemplo, para escribir algunos correos, para revisar mis traducciones y también en la parte de diseño gráfico. Te diría que también hemos tratado de usarla cuando queremos generar algún tipo de avatar, que tenga voz o que pueda generar algún tipo de respuesta. También hemos usado inteligencia artificial con la gente de diseño gráfico para generar alguna fotografía con algún prompt que quiera mostrar el resultado de algo.

¿Crees que el periodismo debería integrar la inteligencia artificial, por ejemplo, en los medios tradicionales?

Creo que sí, pero con mucho cuidado. Mucho cuidado respecto de reemplazar a las personas con la inteligencia artificial generativa. Tú le podrías pedir a la inteligencia artificial que, por ejemplo, te escriba una nota, eso hoy día con las herramientas que hay lo puedes hacer, pero es un problema, porque en el fondo la IA no sabe discriminar lo que es información verídica de la que no.

La inteligencia artificial hoy día se está nutriendo de todo lo que hay en Internet. Y en Internet hay cosas verdaderas, pero también hay mucha información falsa. Por lo tanto, cuando confías un 100% en que lo que te está escribiendo es real, podrías caer en un montón de problemas de desinformación. Podrías estar dando cifras que son erradas. Entonces, yo sí creo que deberíamos usarla en el periodismo para ayudar a orientarnos, para buscar algunos datos, para chequear alguna fuente, para hacer más rápidos los correos, para algunas traducciones, pero que la usemos para generar contenido sin revisarlo, me parece que es un error.

Creo que los periodistas que lo usen van a tener una mayor agilidad al momento de escribir. Por ejemplo, al momento incluso de idear una buena entrevista, una inteligencia artificial podría ayudarte a mejorar tu pregunta o agregarte un punto de vista que no estás considerando. Pero no hay que entregarle todavía, al menos en esta etapa de su evolución, el 100% de la creación del contenido, porque la inteligencia artificial se equivoca. Y lo peor de todo es que no sabe que se equivoca. Por lo tanto, lo que está escribiendo parece que tiene todo el sentido del mundo, pero puede tener datos y puede ser tantas cosas, eso para la inteligencia artificial se llama alucinaciones.

¿Crees que algunos medios se están quedando atrás al no aprovechar estas herramientas?

Toda empresa que hoy en día no se esté adaptando, va a comenzar a quedar atrás, poco a poco, al menos en la velocidad de la creación del contenido. Pero sí, las herramientas hay que venderlas como potenciadores de las personas, no como un reemplazo de las personas. Tienen que saber ocupar la herramienta de inteligencia artificial, pero no confiarle el 100% a eso. Es importante que lo comencemos a ocupar siempre con ciertos límites y siempre sabiendo que lo que te está entregando puede que no sea completamente correcto. Te puede orientar, te puede dar algunas directrices, te puede ayudar a imaginar ciertos escenarios, pero no te va a reemplazar completamente. Esto potencia a las personas y las personas tienen que saber ocuparlas.

Por Valeria Cid, Rocío Oyarce y Damaris Rueda.