"Somos la industria que en los últimos 30 años ha sido la más afectada por los cambios tecnológicos, somos nosotros los que hemos utilizado y adoptado la mayor cantidad de tecnología que cualquier otro. Este negocio ha cambiado totalmente y nos hemos adaptado y nos vamos a seguir adaptando".

En un panorama general, ¿Cómo ha sido adaptarse a estas nuevas tecnologías?

Es transformar una herramienta nueva en objetos de uso cotidiano que las puedas integrar en tu flujo de trabajo, no para escribir, sino para apoyarte en la redacción. El foco que yo le he dado es que los estudiantes puedan, por ejemplo, ayudarte a encontrar repeticiones, a generar descripciones, a darte ideas respecto a la completitud de lo que estés escribiendo. Es como tener un revisor muy nerd de lo que estás haciendo y gracias a eso puedes darte cuenta que solo tu lectura no te lo revela. Porque uno lee y encuentra que está bien, pero si se lo pasas a este ente imparcial te va a decir “mira, repetiste esta palabra tantas veces” y cosas de ese tipo. Como apoyo a la redacción creo que es súper bueno, y como redactores super malo.

¿Funciona mal porque es algo relativamente nuevo?

Es un software estadístico disfrazado en inteligencia artificial, entonces depende de cómo lo alimentes ves los resultados que te entrega. Si lo alimentaste con buena información, entrega buenos resultados. Lo que uno tiene que hacer es darle un muy buen contexto y evitar que el software piense por sí mismo, entonces hay que dirigirlo, pero no más que eso, que no salga de ahí y que por ningún motivo trate de inventar algo. Si lo hace, se equivoca. Inventa mal, es como un amigo que no le gusta quedarse callado y dice lo que sea. Tiene la capacidad de darse cuenta de tus errores, entonces para preguntar sobre tus errores, es súper bueno. Si le pides que invente algo, te vas a meter en un problema.

¿Cómo se ha adaptado la sala de clases a la IA?

Es una herramienta. Esta es la primera vez que usamos este tipo de herramientas en el ramo de Digital 1, de primer año, en la Escuela de Periodismo de la UDP. Enseñé a utilizar Claude y Bard de Google para apoyo a la redacción.

Hicimos un warning completo a la clase para que no lo usen para escribir. La forma en que lo usamos es entregar el texto, hacemos que el software trabaje sobre tal texto y no en cualquier contexto. Hay que cerrarlo, cuando lo cerramos funciona bien. En el estado de hoy en día: ChatGPT 3.5 inventa y miente, Bard es súper básico y Claude súper lírico. Hay que tener cuidado, hay que conocer la herramienta y entender lo básico.

Va a ser normal que todos la usemos. Es como Word con el diccionario. Te va a ir diciendo mientras escribes “oye, esto se parece mucho a lo que escribiste la otra vez, hay referencia en el texto a tal cosa, podrías agregar esto”. Probablemente va a conocer lo que tú has escrito antes o para conocer tu computador. Tengo la sensación de que va a ser un asistente súper interesante para el trabajo de redacción y te va a ahorrar mucho tiempo.

¿Qué tan pronto la IA puede reemplazar el trabajo periodístico como lo conocemos y se enseña actualmente?

Ya lo está haciendo. Ya pasó, de hecho. Hay un par de publicaciones que despidieron gente y los reemplazaron por máquinas. Pasó en Estados Unidos, Gizmodo despidió a todo el equipo de redactores y ahora a todo el equipo de traductores. La versión española es automatizada. Acá ya está pasando, imagínate que con esto puedes hacer todo el trabajo de posteo en redes sociales súper rápido. ¿Quién necesita cinco personas si con una buena herramienta puedes ser igual de productivo? En The New York Times por ejemplo, venía un artículo sobre cómo se estaban usando las imágenes generadas con inteligencia artificial en la propaganda electoral de Argentina y habían monos feísimos, pero ya está vivo.

¿Cómo se pueden adaptar los futuros y actuales periodistas?

Nos hemos adaptado una enormidad en los últimos 30 años para incorporar nuevas tecnologías. Somos productores. Hoy día, tú sales, tú grabas, tú tomas las fotos, etcétera. Y puedes hacer que todo eso se una en una interfaz digital. Antes se necesitaba un grupo de personas. Ahora eres tú sola, te pagan lo mismo, pero haciendo el doble, triple o cuatro veces el trabajo de cuatro personas. El cambio ya se produjo. La gente que trabaja con contenido ya se adaptó y usa el nuevo set de herramientas. Nos tocará de nuevo subirnos a este nuevo esquema y no solo los medios de comunicación, hablo de publicidad, marketing y todo lo que signifique la generación de contenido habitual.

¿Qué pasa con otros formatos? Reportajes, por ejemplo.

Las cuestiones más grandes, las que requieren un punto de vista y las que requieren contexto son cosas que este tipo de tecnología a este minuto no la va a hacer y a futuro tampoco. Pero es un software, que te puede resumir en qué va tal caso, que tome 6 meses de contenido y te diga en un minuto, qué ha pasado. Eso te lo pago.

Ahora imagínate eso en vídeo y que lo edite rápido y que tú puedas ver un minuto de vídeo la explicación de un caso. Eso no existe pero va a existir. Tú necesitas saber qué paso con algo y no quieres estar buscando. Bloomberg ya están entrenando a Chat GPT con sus contenidos. No contenido en general, sus contenidos para hacer un chat que tenga ese set de información y por lo tanto es súper rápido y no se equivoca. Hace síntesis super buenas, porque tiene un grupo cerrado de información.

Somos la industria que en los últimos 30 años ha sido la más afectada por los cambios tecnológicos, somos nosotros los que hemos utilizado y adoptado la mayor cantidad de tecnología que cualquier otro. Este negocio ha cambiado totalmente y nos hemos adaptado y nos vamos a seguir adaptando.

Por Antonia Benavente, María Josefina Díaz y Constanza López